Durante mi último semestre en Mexicali, un ojo se me enrojeció repentinamente. No me dolía, pero el extraño enrojecimiento duró suficientes días como para ser preocupante. Al despertar, mi ojo estaba sellado por lagañas. Cada mañana me veía en el espejo esperando alguna mejoría, pero nada. Mis conocidos me recomendaron esperar un par de días. […]