Ensenada está llena de estructuras que ahora parecen absurdas. Hay una presa, con una larga extensión de tierra detrás, que me cuentan estuvo llena de agua en algún momento. Cuando llegué a esta ciudad, había clases de canotaje ahí. Ya tuvieron que irse a otra parte y ni las gaviotas encuentran nada para comer.
Hay también un sistema de canales que pasa por varias partes de la ciudad. Ahora son sólo zanjas de concreto que no llevan más que polvo y matorrales. También hay un arroyo. O más bien había. Hoy es una hendidura cruzada por varias calles y algunas de ellas tienen puentes innecesarios. ya sólo sirve para que pasen los autos de la Baja 500 y destruyan lo poco que queda del ecosistema. No hay agua dulce por ninguna parte. Cuando llegué, todavía había un chorrito en el arroyo. Ya no hay nada.
Vengo de un desierto en el que ahora llueve más que en esta ciudad de clima mediterráneo. California está pasando por la sequía más grave desde hace muchos años. Lo efectos son evidentes: Los cerros están cafés, los pronósticos de lluvia casi siempre están equivocados y la falta de agua provoca cortes en diversas partes de la ciudad. Hay colonias cuyo suministro de agua se interrumpe por semanas. En el departamento en donde estaba antes, el agua se me iba a las cinco de la tarde y volvía hasta las cinco de la mañana del día siguiente. A veces no volvía en absoluto.
Lo peor es que todo mundo vive en la negación. La gente le exige al gobierno municipal que haga algo. ¿Qué pueden hacer? Las soluciones se han barajado desde hace años: Traer agua del Río Colorado. No hay acueducto todavía, y no sé si hayan empezado los planes. Una planta desaladora de agua de mar: Desde hace más de diez años se habla de eso y tampoco se ha iniciado. Pero seamos realistas: ¿Qué pueden hacer? No cambiarán la sequía.
Todos quieren seguir con sus vidas como si nada de esto sucediera. Piensan que será algo temporal. ¿No saben que ya lleva como diez años gestándose esta crisis?
Ahora dicen que con El Niño vendrán torrentes de agua. Ya veremos, eso también lo dijeron el año pasado y no cayó ni una gota. Más vale que nos vayamos adaptando al cambio climático, o cambiemos las cosas porque el futuro no luce promisorio.