Según una nota que acabo de leer, en Tijuana muchos restaurantes de comida china están a punto de cerrar porque la gente no confía en ellos. Están vacíos desde que se descubrió que en el Lo Yen City vendían perro. Cometieron el pecado mortal de cocinar al mejor amigo del hombre. ¿Por qué la gente dejó de ir a todos los restaurantes?
Creo que por dos motivos. Primero, pensemos qué habría pasado si esto sucediera en una taquería. Que se descubrieran jaulas de perros a punto de ser convertidos en tacos de carne asada. ¿La gente dejaría de ir a todas las taquerías de la ciudad? Lo dudo. Creo que aquí hay algo de racismo hacia los chinos, un racismo que existe desde que ellos llegaron. Este rechazo se encuentra tenso en la superficie de cualquier interacción entre chinos y bajacalifornianos.
Por otra parte, el perro tiene un lugar especial en el imaginario occidental. Es extraño, pero podemos soportar ver perros atropellados. muriendo de hambre en las calles o amarrados toda su vida en el árbol de un vecino con calorón o lluvia. ¡Pero que nadie se los coma! O peor aún, que nos den perro por liebre. O perro por pollo.
Sumen el pecado mortal de cocinar perro con el racismo preexistente en el estado, y el resultado es claro: Decenas de restaurantes a punto de quebrar, empleos perdidos y una baja drástica en la venta de vegetales e ingredientes para esta comida.
Las cosas no se quedan ahí: En las primarias le están haciendo bullying a los niños chinos, y les dicen “come-perros”. ¿Come-puerco no es un insulto? ¿O come-pollo?
Claro, a nadie nos gusta que nos engañen en cuanto a lo que comemos. Quién sabe de dónde salieron esos perros, qué alimentación tuvieron, si estaban vacunados y qué enfermedades traerían. Fue una horrible estafa y grosería. Obviamente las autoridades deben revisar si no hay otros restaurantes que hacen lo mismo.
Pero si hubiera sido una taquería, una tortería o una fondita de la esquina, todos le echarían la culpa al dueño del localucho. Pero cuando se trata de comida china, todos los chinos tienen la culpa.
Por favor, bájenle a sus chun kunes. No sean racistas.
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